
LOS PRIMEROS DIAS CON TU BEBÉ
Estás en el hospital, ya tienes a tu pequeño en brazos, y estás deseando volver a tu casa…..
Y llegas a tu casa… y después de unos días, quieres volver al hospital.
¡¡¡Que bien se estaba allí, que te lo hacían todo!!!
La comida, la limpieza, bañar al niño… tú sólo te tenías que dedicar a dar de comer a tu hijo y cuidarlo.
Ahora has llegado a la cruda realidad ¡¡¡CHAN CHAN!!!
Tienes a un bebé que reclama tu atención 24h, te pasas el día dándole de comer, y entre toma y toma intentas echar una cabezadita, así el día entero, por tanto…. ¿Quién hace la comida? ¿Quién limpia? ¿Quién se ducha? XD ¿Quién se ha adueñado de tu vida? jajjajja
POR FAVOR, TÓMATELO CON HUMOR
Vas a estar muy cansada para las tareas del día a día, así que lo mejor será que te echen una mano.
No te niegues nunca a un tapper que te ofrezcan, déjate ayudar con la limpieza de la casa o contrata a alguien.
NO RECIVAS VISITAS, a las visitas hay que atenderlas y mimarlas y ahora te tienen que atender y mimar a ti, llévatelos a pasear con el niño y así te ayudan con él y sales un rato a pasear con compañía adulta.
Al principio la adaptación es dura, todo es nuevo y nos tenemos que adaptar. Vemos que a nuestro alrededor, el mundo sigue siendo igual, todo es como siempre, sin embargo, nosotras no podemos hacer lo de siempre y eso resulta desconcertante y a veces frustrante.
Tenemos que aprender muchas cosas nuevas, que nadie nos ha enseñado y vamos a salto de mata como buenamente podemos.
La lactancia, aquello que parecía que sólo era acercar al niño al pecho y que chupase, resulta que es tremendamente difícil y doloroso.
Dormir al peque que parece que era mecerlo y ya está, no es así, cuando lo dejo en la cuna llora, debe ser que su cuna tiene pinchos, pero claro, no lo voy a poner a dormir conmigo POR DIOS NOOOOO, todo el mundo me dice que eso no hay que hacerlo. Y tampoco dormirlo en brazos, y comer cada dos horas, y……
Pero por qué no seguimos nuestros instintos.
Si el bebé quiere el contacto de su madre para dormirse o nos gusta cogerlo en brazos, o nos pide de comer cada hora o cada 10 minutos… Porque no vamos a hacerloooooooo.
Seamos más humanos, dejemos las normas que imponen cuatro, que nos estamos deshumanizando, dejando nuestros instintos y dejándonos llevar por las normas.
STOP.
Para, recapacita y haz lo que tengas que hacer, lo que te diga tu corazón, tu instinto y tu razón. Sois tu hijo y tú y ese vínculo sólo sabéis vosotros dos como llevarlo. Duerme con él si eso os hace felices, dale de comer todo lo que te pida y abrázalo y mímalo todo lo que te pida él y tu cuerpo.
También puede ser que de repente llores como una magdalena o te pongas a reír como una hiena. NO TE PREOCUPES son tus hormonas y el periodo de adaptación.
Yo salía a pasear y las lágrimas me caían por las mejillas como ríos, y la verdad es que me sentía feliz, pero las hormonas iban a su bola.
Ah sí, y recordarte que todo el mundo te va a decir lo que le pasa a tu hijo (como si tú no lo supieras), haciéndote sentir una mala madre, pero tú tranquila DIENTES DIENTES.
TÓMATELO CON HUMOR, HERMOSA.
